martes, 22 de octubre de 2013

Organización del tiempo


A quien se hace a la mar sin
decidir su puerto de destino
el viento nunca le es favorable.
Montaigne

¿Qué es lo que más te importa en este mundo? Es la pregunta que Stephen R. Covey  hace en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.
Tal vez no estamos acostumbrados a pensar mucho en ello. Es como si tuviéramos incorporado qué es lo que más nos importa... ¡Cómo no voy a saber qué es lo que me importa en la vida!
¿Será...
Pasar más tempo con mi pareja?
Educar a mis hijos?
Progresar en mi carrera y/o trabajo?
Lograr ese ascenso?
Irme de viaje?
Tener más tiempo libre?
Terminar mis estudios?
Comprarme el auto o la casa?

Funciona en automático, tan en automático que no nos damos cuenta que no lo estamos pudiendo concretar. Entonces: Si sabes qué es lo que quieres en la vida ¿qué es lo que te impide conseguirlo?
¿Se puede o no se puede? Depende del cristal con que lo mires, depende de lo que  declares al respecto.
Lo que sí es seguro es que todo objetivo o meta debe llevar en sí mismo una de las habilidades básicas de la efectividad: la meta o el pensamiento estratégico.
Y bien... ya sabes cuál es tu objetivo, por ejemplo, el trabajo... Pero ¿y los demás aspectos de tu vida, tus hijos, tu descanso, la organización de tu hogar, tus amistades, el deporte, tu salud?
Para que tu accionar sea efectivo en el logro de tu meta debes organizarte con un plan y con la administración de tu tiempo, para que no sólo alcances “un” objetivo, sino que todos los dominios de tu vida funcionen en armonía.

En el diccionario la palabra eficaz es definida como quien produce el efecto que se espera de él. Para tener la sensación de ser eficaces, debemos previamente, fijarnos objetivos definidos en el mismo diccionario como fines que uno se propone alcanzar.
Sin objetivos ¿cómo saber si se avanza en la buena dirección? Montaigne pensaba que “El alma que no tiene ningún fin establecido, se pierde; pues, como se dice, estar en todas partes es no estar en ningún lado

A medida que pasan los años y que avanzan hacia la edad de la jubilación las personas se ponen a dudar de su valor y del de sus realizaciones. Muchos tienen la sensación de que no han tenido tiempo para hacer lo que deseaban; otros, simplemente, recién descubren qué es lo que deberían haber hecho o a qué deberían haberle dado prioridad en la vida, pero ya no les queda tiempo...

El tiempo pasa volando” (dijo el  gerente de una gran compañía)
El tiempo nunca pasa” (dijo el preso en la cárcel)

¿Quién tiene la razón? Nuevamente: depende del observador que seamos del tiempo. El tiempo es una variable a la cual nosotros le damos el valor. En sí, no existe. Los problemas aparecen cuando somos nosotros los que nos trasladamos al pasado o al futuro. En el pasado dejamos tristezas y frustraciones; en el futuro aventuramos peligros imaginarios...
“Tener” o “no tener” tiempo es un juicio (una creencia que tenemos sobre él). El tiempo es como plastilina en nuestras manos: podemos moldear cosas fabulosas con él, o podemos hacer una bola y arrojarlo a un costado.

  • ¿Qué deseas verdaderamente de la vida?
  • ¿Qué te está faltando para lograrlo?
  • ¿Cuáles son tus objetivos? ¿En qué dominios: familia, trabajo, amistades, sociales, etc? ¿Qué resultados quieres alcanzar y en qué plazos?

Teniendo como faro los objetivos prioritarios que te has marcado, diseñarás tu actividad diaria y las acciones futuras. Debes diferenciar objetivos a corto, medio y largo plazo: cuanta más coherencia haya entre los objetivos a corto y a largo plazo mejores resultados obtendrás.

Lic. María Luz Brambilla


jueves, 23 de mayo de 2013

¿Qué es la PNL?


Programación neurolingüística


En los años sesenta, el doctor en informática y psicólogo Richard Bandler y el profesor John Grinder, lingüista, se plantearon encontrar la respuesta al por qué algunas personas eran tan exitosas en relación con otras. Observando el trabajo de terapeutas primero y luego de otros exitosos en el área empresarial y en la comunicación, dieron nacimiento a la programación neurolingüística: la excelencia en la comunicación y el desarrollo personal.

Veamos qué significa este nombre:

Programación: Programar es organizar eficientemente los componentes de un sistema para el logro de un resultado determinado. La conducta humana se produce a partir de los programas mentales que tienen las personas. Se asimilan así conceptos de la informática a la psicología. Nuestra mente funciona como un disco rígido. Según los “programas” que instalemos en ella, producirá  determinados resultados y formas de interrelación con otros “programas” de otras personas. Programamos nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos en las diferentes situaciones de la vida. Pero sucede que muchas veces no somos conscientes de tal programación. Ella viene desde nuestra niñez, de cómo nos influyeron los mensajes de los adultos y de cómo fuimos aprendiendo determinadas cosas. Así, los “programas” están conformados por creencias, valores, y por la experiencia misma de nuestra vida. El valor de este modelo es que nos enseña a “reprogramar” aquellas conductas que son “disfuncionales”, que no nos sirven, cambiándolas por otras más efectivas. Y ello, en el marco de la comunicación con los otros y con nosotros mismos.

Neuro: Toda conducta es consecuencia de procesos neurológicos. La base de toda programación cerebral reside en el sistema neurológico. Percibimos a nuestro entorno, pensamos, sentimos y actuamos a partir de que poseemos un cerebro y un sistema nervioso.

Lingüística: La expresión de los procesos neurológicos la realizamos mediante el lenguaje verbal y corporal con el que nos comunicamos con nosotros mismos y con el exterior.

Con las herramientas que aporta el modelo de la PNL ordenamos al pensamiento y organizamos a nuestra experiencia para que mediante nuestros procesos neurológicos podamos lograr las actitudes y acciones para llegar a los objetivos por nosotros establecidos.

Vamos a considerar en primer lugar algunos conceptos básicos de la PNL para poder luego relacionarlos con nuestro estudio de la comunicación.

Metaprogramas


Los metaprogramas son las claves de cómo una persona “procesa” la información. Son modelos internos que deciden cómo formamos nuestras representaciones y que dirigen nuestro comportamiento. Haciendo una comparación con la informática, el metaprograma vendría a representar al programa Windows 98, 2000 o Millenium, etc. con el que funciona nuestro equipo. Dijimos que los metaprogramas estaban formados por todas nuestras experiencias a lo largo de la vida, los valores, las creencias acerca de las cosas. Por ejemplo, si invitamos a una persona que no conocemos mucho a tomar un café, podremos inferir, por ejemplo, que llegará puntual, que se sentará y pedirá un café, que nos contará de su trabajo, etc. Pero, cuando llega el momento, esta persona no aparece y viene otra persona y nos dice que aquella no podrá concurrir a la cita. Vemos así que han funcionado nuestros “metaprogramas” cuando nos representamos la situación antes de que suceda. Tal vez somos nosotros los que hubiéramos hecho lo que imaginamos que haría nuestro invitado.

Al metaprograma también se lo llama mapa interno. Y debe recordarse que el mapa no es el territorio que representa. Los “mapas” que tenemos de la realidad no son la realidad misma, sino nuestra forma de representarla.

Los filtros


Percibimos a través de nuestros sentidos. Vemos, escuchamos, tocamos, olemos, sentimos, etc. Algunas personas privilegian uno u otro sentido cuando se comunican. Así ya hemos clasificado a los:


  • Visuales: predominio del sentido de la vista.
  • Auditivos: predominio del sistema del oído.
  • Cinestésicos: predominio de las sensaciones corporales.
  • Los sentidos (visual, auditivo, cinestésico)
  • Los metaprogramas (valores, creencias, experiencia personal)
Tipo de transgresión
Mensaje
Desafío
Generalizaciones
“Nunca te ocupás de mí”
¿Nunca, nunca? ¿Hubo alguna vez en que sí me ocupé de vos?
Frases limitantes
“no puedo decidirlo”

¿Qué te lo impide? ¿Qué pasaría si te decidieras por...?
Supresiones
“Ellos no me comprenden”

¿Quiénes no te comprenden? ¿De qué forma no te comprenden?
Contextos no específicos
“Mi socio me hirió”

¿Cómo te hirió? ¿Cuándo? ¿De qué forma?
Distorsión
“Me ponés nerviosa”

¿De qué manera específicamente te pongo nerviosa?
  • Centrando nuestra atención en el que habla.
  • Pensando en esa persona.
  • Mirándola.
  • Amoldando nuestra postura corporal a la de la otra persona.
  • Utilizando el sistema representacional de la otra persona (visual, auditivo o cinestésico)
  • Descentrándonos de nuestros propios metaprogramas o “rollo interno”
  • Postura corporal
  • Gestos y pequeños movimientos
  • Posición de la cabeza
  • Movimiento de los ojos y parpadeo
  • Color de la piel
  • Ritmo y posición de la respiración
  • Tono y ritmo de la voz
  • Velocidad de la palabra
  • Temperatura y humedad de la piel
  • Tono muscular
  • Visual: Hablan más rápido, la postura corporal es más erguida, el tono de voz es generalmente más fuerte, la respiración es torácica (parte alta del tórax), los movimientos de los ojos son predominantemente hacia el frente o hacia arriba (porque mientras hablan “ven” lo que dicen)
  • Auditivo: Hablan armoniosamente, respiran utilizando el tórax y abdomen, suelen inclinar la cabeza haia un costado, la posición de los ojos es más hacia el frente o hacia los costados (escuchan lo que dicen) el tono muscular es más armónico.
  • Cinestésicos: Hablan más pausadamente y con tono de voz más grave o lento, como un susurro o como si no tuvieran apuro, la postura corporal es sumamente relajada (están como “tirados” en la silla cuando están sentados) los ojos se mueven orientándose más hacia abajo, hacia sus sensaciones, cuando hablan “sienten” lo que dicen.
Visual
Auditivo
Cinestésico
A la luz de
Caricia para los oídos
Aturdido
A simple vista
Dar la nota
Composición de lugar
A vista de pájaro
Diga su opinión
Corazón ardiente
Estar bien visto
Inaudito
Es un martirio
Con claridad
Manera de hablar
Estamos en contacto
Tener perspectiva
Oídos sordos
Se apoderó de mí
Ya lo veremos
Hacerse escuchar
Mano a mano
Veamos
Después de lo oído
Pisar fuerte
Me parece
Facilidad de palabra
Se me escapó
 

La forma de percibir de cada persona la hemos denominado “sistema representacional”. Es la forma en que “percibe” y “se representa” los estímulos que le llegan a través de los sentidos. Estos sistemas representacionales (los sentidos) funcionan como “filtros” de la información.
Podemos decir entonces que la información en una situación comunicacional es filtrada por:

Transgresiones del lenguaje


Estas son las formas en que valoramos los modos de comunicarnos. Veamos algunos ejemplos:
Generalizaciones: “Nunca te ocupás de mí”
Frases limitantes: “no puedo decidirlo”
Supresiones: “Ellos no me comprenden”
Contextos no específicos: “Mi socio me hirió”
Distorsión: “Me ponés nerviosa”

Cuando nos comunicamos, casi siempre estamos cometiendo algunas de estas transgresiones del lenguaje. Y esto, según los conceptos que venimos analizando, genera además de conflictos, una interferencia en el proceso de comunicación y una baja fidelidad de la misma.

El modelo de la PNL aporta herramientas para optimizar la fidelidad de la comunicación a partir de plantear desafíos o preguntas para desarmar estas transgresiones. Veámoslo mejor en el siguiente cuadro:


Todas estas preguntas-desafío son una manera de “destrabar” el proceso de comunicación cuando entran a operar los filtros, tanto del lenguaje como de los metaprogramas.

Analicemos los siguientes actos comunicativos:
Situación A)

-Me siento muy mal.
-¿Por qué?
-Y... todas las personas me consideran poca cosa...
-Ah... ¿Sí?
-Sí. Los compañeros de la oficina se burlan de mí porque cuando viene el Jefe y me pregunta algo tartamudeo y me pongo nervioso.
-Tal vez deberías buscar otro trabajo...

Situación B)
-Me siento muy mal.
-¿Qué es “muy mal”?
-Y... todas las personas me consideran poca cosa...
-¿Quiénes son todas las personas?
-Ellos... hago todo mal.
-¿Quiénes son ellos? ¿Qué es lo que hacés mal?
-Los compañeros de la oficina. Se burlan de mí porque cuando viene el Jefe y me pregunta algo tartamudeo y me pongo nervioso.
-¿Todos tus compañeros se burlan de vos?
-En realidad... no todos... Sánchez y Estela.
-¿Qué es lo que te pregunta tu jefe que te hace poner nervioso?
-Me pide un informe 
-¿Siempre que te pide un informe te ponés nervioso?
-Bueno... no siempre... es que a veces no tengo datos seguros, y eso me hace poner nervioso.
-¿De qué forma podrías asegurarte de la veracidad de los datos que le transmitís a tu jefe?
-Ah! Bueno.. hay varias formas... podría ser...

No hace falta hacer demasiados comentarios respecto a la diferencia entre estos dos actos comunicativos. Utilizando las preguntas-desafío las personas podemos optimizar la comunicación.

Observe que en la situación A) se utilizó la pregunta “¿Por qué?” lo cual no hace más que reforzar el metaprograma disfuncional de la persona, lo que cree acerca de sí misma, que es alguien que hace todo mal. En cambio, en la situación B) se utilizaron otro tipo de preguntas (nunca se preguntó “por qué”, sino “cuándo”, “de qué manera”, etc.) De este modo se logró destrabar el proceso comunicacional y lograr buenos resultados para ambas partes, especialmente, para la fuente.

Pero para que esto funcione debe operar otro factor.

El rapport


Cuando establecemos rapport con otra persona “estamos verdaderamente con ella”, es decir, salimos de nuestro “metaprograma” para tratar de conocer el “metaprograma del otro” y así, facilitar la vía de comunicación con él. ¿Cómo se establece rapport con una persona?:

Y ¿Cómo hacemos para “averiguar” cuál es el sistema representacional del otro? ¿Cómo sabemos de qué manera procesa la información el otro y cómo la decodifica?
A través de la calibración.

Calibrar


En el Módulo 1 hemos definido ya este concepto. Significa “medir”. Existen indicadores que nos ayudan a calibrar a nuestro interlocutor:

Utilizamos estos indicadores a partir de la descripción de los tres tipos de sistema representacional:


Algunas palabras que suelen utilizar las personas según sus diferentes sistemas representacionales:

Liderar en la comunicación


Incluimos la palabra liderar porque:

  • Calibrando
  • Haciendo rapport
  • Comunicándonos a través del mismo sistema representacional de nuestro receptor    
  • Acompañando con muestra postura
  • corporal la suya propia
  • Dejando de lado nuestros propios mapas y
  • poniéndonos en el lugar del receptor


Podremos LIDERAR


Para finalizar, el siguiente gráfico ilustra el proceso de la comunicación humana desde el modelo que propone la PNL.



El gráfico sirve tanto para ilustrar a la fuente como al receptor, por cuanto en ambos operan los mismos procesos.

martes, 2 de septiembre de 2008

¿Qué es el Coaching?

El coaching es un proceso interactivo de entrenamiento, en el que intervienen dos personas, coach (o entrenador) y coachee (cliente o entrenado). En el coaching se utiliza el sistema de las preguntas, osea que el coach o entrenador no utiliza el modo directivo del entrenamiento deportivo, sino que enseña al coachee a aprender por sí mismo.

Está basado en la mayéutica Socrática, en la que Sócrates hacía preguntas a sus discípulos para que llegaran a las conclusiones por ellos mismos.

Pasos del proceso de coaching:

1.- Establecer objetivos (lo que realmente nos importa).
2.- Examinar la realidad actual con respecto a los objetivos (compromiso con la verdad).
3.- Valores y creencias.
4.- Diseñar un plan de acción (¿qué falta para pasar de la realidad actual a la realidad deseada?).
5.- Puesta en marcha del plan de acción.
6.- Revisión del plan de acción: mejora y corrección del mismo en función de la experiencia.
7.- Celebración de logros.

Establecer objetivos

Es aquí donde comienza el proceso de coaching, en el momento que nos preguntamos qué es lo que queremos, y asegurarnos de que realmente es eso lo que queremos y vamos a estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para lograrlo, para así establecer con la mayor claridad nuestras metas.

Esas grandes metas, luego las dividiremos en pequeños sub-objetivos en corto espacio de tiempo, para ir asimilando nuestros pequeños logros e ir viendo resultados en poco tiempo que nos acercarán hacia nuestro objetivo, así como ver con claridad donde nos podemos quedar atascados. Aquí nos debemos hacer varios planteamientos, como estar seguros que esos objetivos son algo nuestro, o sea que realmente es lo que nosotros queremos y no algo impuesto por terceras personas o por la sociedad. ¿Qué es lo qué quieres lograr?, ¿Por qué quieres lograrlo?, ¿Crees que es una meta realista?, ¿Por qué?

Valores y creencias

Hay que comprobar que nuestras metas son congruentes con nuestras creencias y valores. Nuestras creencias, estas son las que nos limitan o nos motivan para conseguir nuestros objetivos, por eso es muy importante que establezcamos una filosofía de apertura, de amplitud de miras y que no nos limite, para eso es muy importante identificar las creencias limitadoras.

¿Qué cosas te impiden llegar a tu objetivo? ¿Son reales, o solo son tus miedos? ¿A qué le tienes miedo?¿Lo peor que puede pasar vale de verdad que olvides tus objetivos?¿Lo peor que podría pasar, tiene solución?

Plan de acción

Una vez establecidas nuestras metas, llega el momento de diseñar un plan de acción, el cual debemos sentir como nuestro, nos debe de complacer y debe ser también realista.

Hay que identificar los principales recursos de que dispones ya sea estado anímico, valores, creencias, relaciones, circunstancias, medios materiales y/o económicos. También hay que identificar los puntos débiles, o sea lo que te impide alcanzar lo que deseas y buscar el punto de apalancamiento de los mismos, es decir acciones que potencien nuestros puntos fuertes y debiliten los puntos en contra. Y con esto vamos haciendo un pequeño inventario de acciones posibles. Una vez que consideres que tienes el inventario de acciones, hay que valorarlo, conviene ver si realmente crees que lo puedes ejecutar.

Hoja de Trabajo

1) ¿Qué es lo que más quieres en esta vida?¿Qué es lo que realmente te importa? Si no lo tienes claro puedes ir evaluando las distintas facetas de tu vida de 1 a 10 y ver lo que realmente quieres mejorar. Salud. Amistad. Amor. Familia. Dinero. Trabajo. Por supuesto puedes añadir o quitar tantas facetas como quieras.

2) ¿Cómo está tu situación en este momento con respeto a tu objetivo? ¿Hay cosas de esta realidad que puedan ser suposiciones tuyas y no la verdad absoluta? ¿Qué puedes hacer para evitar esto?

3) Haz un inventario de acciones que se te ocurran que puedas hacer para pasar de la realidad actual a la situación deseada.

4) Establece un compromiso en un tiempo determinado para realizar algunas de esas opciones en un plazo determinado de tiempo, así como la manera en que vas a celebrar el hecho de llevar a cabo tus compromisos.

jueves, 26 de julio de 2007

¿Qué es la Fobia Social?

"Me da terror que la gente me mire y evito todo el tiempo ir a fiestas, reuniones o a lugares en los que me tenga que exponer. Tengo miedo de iniciar una conversación o cuando me hablan pienso que no voy a poder decir nada; me pongo colorado y me siento un tonto. Y ahí todo se vuelve un infierno: me late fuerte el corazón, las manos se me humedecen, tiemblo al hablar, me pongo muy nervioso y creo que me voy a desmayar. No importa el lugar donde esté, pienso que todos los ojos estan puestos en mí. Me da vergüenza de lo que piensen de mí, pensarán “que tonto es este tipo”.

La fobia social es un miedo intenso de llegar a sentirse humillado en situaciones sociales, especialmente de actuar en forma ridícula creando una situación vergonzosa frente a las demás personas. Afecta al 15 % de la población.La edad de comienzo suele ser antes de los 25 años, especialmente en la niñez o adolescencia.
Entre los miedos que siente la persona que padece Fobia Social y que muchas veces se convierten en terror son: hablar, escribir o comer en público, hablar en un grupo pequeño, ser el centro de atención, actuar ante una audiencia, hablar con personas de autoridad, conocer gente nueva, dar o defender las propias opiniones, expresar desacuerdo, hacer un reclamo, etc.
Estos temores afectan significativamente las habilidades sociales, laborales, de desarrollo escolar o profesional además de desencadenar otros tastronos como uso de alcohol o sustancias, depresión, agorafobia entre otros.

Los criterios diagnósticos (DSM-IV) de la Fobia Social son:

A: Temor persistente y acusado a situaciones sociales o a actuaciones en público por temor a que resulten embarazosas.

B: La exposición a estos estímulos produce casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad.

C: El individuo reconoce que el temor es excesivo o irracional. Puede que esto no suceda con los niños.

D: Se evita las situaciones sociales o actuaciones en público aunque a veces se pueden soportar con sumo terror.

E: Esta evitación o ansiedad interfiere marcadamente en la rutina diaria del individuo.

F: En personas menores de 18 años los síntomas han de persistir al menos 6 meses.

G: La evitación no se debe a efectos fisiológicos directos de una sustancia o a una enfermedad médica y no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental (ej. Trastorno de angustia, ansiedad de separación).

H: Si hay otro trastorno mental (ej. Tartamudez, etc.), el comportamiento de evitación no se limita a la preocupación por su posible impacto social.

Si bien estos criterios son claros, es importante realizar un diagnóstico diferencial con otros trastornos o características personales no patológicas, en especial entre la timidez. Las personas tímidas pueden sentirse muy incómodas cuando están con otras personas, pero no experimentan la extrema ansiedad al anticipar de una situación social y tampoco la evitan. La persona tímida es tímida con todo el mundo. En cambio, las personas con fobia social no necesariamente son tímidas. Pueden sentirse totalmente cómodas con otras personas (amigos, familiares) , pero en situaciones en donde tengan que exponerse a mas gente o a desconocidos, como dar un discurso o ser el centro de atención pueden experimentar intensa ansiedad.
La fobia social trastorna la vida normal, interfiriendo con una carrera o con una relación social. Por ejemplo, un profesional puede dejar de mostrar sus habilidades y conocimientos en su trabajo por no poder hacer presentaciones en público. El miedo a un evento social puede comenzar semanas antes anticipando todo tipo de situaciones funestas y los síntomas pueden ser agotadores. Cuando reciben un tratamiento de terapia cognitivo-conductual, de medicamentos, o una combinación de ambos, el pronóstico es favorable en un 80%.

miércoles, 27 de junio de 2007

La Depresión


Enemiga silenciosa

Cuando la vida carece de sentido o se siente un gran vacío interior, la persona tiene problemas de sueño (duerme mucho o no puede dormir), pierde o aumenta su apetito, no desea salir de su casa, evita las relaciones sociales, no tiene interés por nada o casi nada, posee una incapacidad para el placer, descuida su aseo o cuidado personal, se siente "lenta" o, en el peor de los casos, tiene ideas de muerte estamos hablando de un cuadro de depresión. La depresión es una de las patologías más comunes en la actualidad y una de las más enmascaradas.

Muchas personas que padecen esta enfermedad son tildados de "tristes”, "apáticos", “que desean llamar la atención", o bien, son alentados por su entorno a que "pongan voluntad para hacer cosas". Sin embargo, esta forma de considerarlos y de tratarse a sí mismos es contraproducente, ya que no permite que la persona reciba ayuda. Lo grave es que muchas de estas personas dan un próximo paso que es la autodestrucción, ya sea por suicidio o mediante formas de vida insanas.

La depresión es definida por la persona que la padece como que lleva "una existencia sin sentido", y no tiene calidad de vida. Estas personas además valoran sus pensamientos, futuro o ideas de sí mismos como negativas.

Existen varios tipos de depresión (que analizaremos en otro artículo), y si bien comparten muchos síntomas, varía la duración del episodio, el tiempo de inicio o la recurrencia de los mismos.

Una complicación para el depresivo es que muchas veces la enfermedad no está bien diagnosticada, tanto por médicos o terapeutas. El DSM IV y CIE-10 marcan características sintomáticas; otros cuestionarios muestran aspectos emocionales, cognitivos e interpersonales que facilitan una apreciación clara del cuadro y una delimitación más profunda.

A partir de un diagnóstico mas preciso es posible la planificación de la terapia como así también la indicación de psicofármacos.

Afortunadamente en la actualidad se ha comenzado a cambiar la estrategia psicológica y médica para este trastorno, que trae aparejado afortunadamente, la desestigmatización social del paciente depresivo.

Ansiedad

¿A qué se llaman Trastornos de Ansiedad?

La ansiedad es una emoción que nos embarga cuando nos sentimos amenazados por algo conocido o desconocido. Desde los tiempos de las cavernas, el hombre se vio forzado a enfrentarse a peligros. El sistema nervioso está preparado para la lucha o la huida. Para ello desencadena una serie de mecanismos biológicos que propician estas conductas. Sin embargo, en los llamados "trastornos de ansiedad" el hombre sigue actuando como si estuviera ante peligros inminentes que, en realdiad, son imaginarios. Se desatan asi los mecanismos de respuesta ansiosa y se genera un círculo de ansiedad.

El verdadero problema que se esconde detrás de la ansiedad, la melancolía y los trastornos del estado de ánimo es no encontrar el equilibrio entre un ajuste personal satisfactorio y una adaptación al entorno.
La terapia que, según investigaciones, ha dado más respuestas positivas al tratamiento para la ansiedad es la Terapia Cognitiva Conductual. También es importante el aporte de otras corrientes como la Terapia Humanista y la Sistémica. Por otro lado, estas terapias se ven complementadas mediante técnicas de relajación, el uso de desensibilización sistemática, PNL e hipnosis ericksoniana. Asimismo, la terapia combinada con psicofármacos ha dado mejores resultados en casos de depresión o agorafobia.

Es decir, lo adecuado para estos trastornos es un enfoque integrativo, con el trabajo conjunto psicología-psiquiatría, de manera que sea el cliente el beneficiado por la simbiosis de ambas disciplinas, entendiendo ambas como complementarias y no disociadas.